Durante una conferencia de prensa brindada en el pasado congreso de la Confederación Iberoamericana de Medios Masivos (COICOM) por el pastor y cantante, Roberto Orellana, y su esposa Waleska, una pregunta abrió la posibilidad de que ambos compartieran acerca de un tiempo de enfermedad donde él sufrió una parálisis facial y pérdida de fuerza motriz.
Lo primero que Orellana dijo fue: “todo pasa por ser obediente a Dios”, para enseguida contar cómo fue el proceso de llamado al pastorado. Waleska también intervino confirmando que la parálisis “no lo detuvo”. La mujer explicó que Roberto tenía “su boca totalmente virada” y aún así viajaron a predicar a Cuba. “Por momentos él tenía su mano así [hizo el gesto de sostenerse parte de la cara], enderezaba su boca y continuaba cantando y ministrando”. A la par su esposo repetía el gesto de acomodamiento facial. “Eso no tan sólo ministró a los que estaban en Cuba, sino que también a nosotros como su familia”, describió Waleska.
Nuevamente tomó la palabra Roberto y narró que la parálisis sucedió justo antes de un viaje a Israel, al llegar al aeropuerto de Miami, donde repentinamente no tuvo fuerzas para bajar su equipaje del compartimiento de la cabina del avión. “Quise bajar la maleta y no fui capaz ni siquiera de levantar la mano. Entendí que algo me estaba pasando”. Fue entonces que pidió asistencia a otro pasajero quien con gusto lo hizo. Roberto pensó que quizás había dormido mal durante el vuelo.
“…yo mejor canto, mejor predico, mejor abro mi boca ¡y gracias a Dios he ido saliendo de esto poquito a poco..!» – Roberto Orellana
Al día siguiente, en el altar de la iglesia tuvo problemas para hablar, gesticular y fue Waleska quien inmediatamente hizo llamar a los paramédicos y lo llevaron al hospital. “¡Gracias a Dios era sólo una parálisis facial y ya estoy casi 90% fuera de la parálisis! Sólo me quedó un problema con el ojo izquierdo… pero la mejor terapia ha sido el seguir predicando”, sostuvo.
Tanto en el relato como en lo que expresó con gran energía y convencimiento, se pudo ver a un hombre fortalecido en el Señor que no deja de repetir que «¡la mejor terapia es seguir cantando a Dios!» Los médicos le dieron ejercicios donde debía sostener, por ejemplo, un trozo de papel con sus labios y nariz, pero para él “la mejor terapia ha sido seguir predicando”, señaló. “…yo mejor canto, mejor predico, mejor abro mi boca ¡y gracias a Dios he ido saliendo de esto poquito a poco! A pesar de eso hemos seguido avanzando en el llamado que tenemos junto con la pastora Waleska”, confirmó.
A propósito del ministerio, Diario Cristiano preguntó cómo ven a la Iglesia de Jesucristo en esta temporada, a lo que Waleska respondió que están viendo “un resurgir precioso de jóvenes apasionados por Cristo. Todo el staff que nos está rodeando son jóvenes”, indicó sobre el ministerio pastoral que llevan a cabo en la ciudad de Lakeland en el estado de Florida, Estados Unidos.
La pastora señaló que la juventud “está aprendiendo a ser Iglesia” a “ser el Cuerpo de Cristo con las bases correctas”. Además dijo que fueron intencionales en rodearse de jóvenes porque quieren pasarles el legado y la autoridad a quienes hoy se están comprometiendo en el ministerio. “Estamos trabajando intencionalmente y estamos viendo a muchos pastores e iglesias haciendo lo mismo”, concluyó.
Por su parte Roberto señaló que “estamos viendo una iglesia que está anhelando seguir impactando a las naciones”. Como pastores indicó que están buscando “dejar una iglesia para hoy” es decir, con bases bíblicas que se vale de lo tecnológico para la difusión masiva del Evangelio para “impactar con el mensaje de Cristo”. Lo que señaló como el legado que el reconocido pastor puertorriqueño ya fallecido Yiye Ávila les inculcó. “Caminamos muchos años con Yiye Ávida. [Durante] 10 años viajamos con él y aprendimos mucho lo que es la relación con Dios”, dijo Orellana.